23 junio 2010

Homo –Videns – Futbolero

¿Cómo se vive el futbol en México? ¿En realidad hay pasión por el deporte y sus implicaciones? O ¿solo es un producto que sirve para una pobre comercialización de entradas? Mientras el negocio es sustentable gracias a la reventa de boletos, publicidad, cerveza, la ingerencia de promotores y claro la televisión.

Este ultimo es un elemento básico en nuestra cultura futbolística, es necesario reconocer que el aficionado mexicano es básicamente un aficionado de televisión, y suele postrarse frente a al aparato receptor para seguir los encuentros del equipo al cual apoya, esto tiene sus ventajas, mientras que ser hincha de un equipo implica no solo tiempo, sino la inversión de sumas considerables de dinero (el cual es retribuido por partidos aburridos en los que los futbolistas suelen caerse al mas mínimo contacto, mientras son solapados por árbitros y entrenadores timoratos), la televisión solo requiere encender el aparato justo cuando el partido esta comenzando o si se quiere, sintonizar el encuentro cuando a uno le plazca y tenerlo de fondo mientras se toma el desayuno o la comida del domingo, inclusive se puede optar por seguir solo los resúmenes deportivos plagados de comentarios tendenciosos, en los cuales en el mejor de los casos solo escucharemos frases carentes de sentido que tratan de encubrir las carencias de nuestro futbol, en cualquier supuesto el 50 % del tiempo escucharemos comentarios relacionados con los buenos o malos momentos de equipos como el Guadalajara y el America, todo ello en voz de comentaristas con trajes italianos, corbatas pasadas de moda, relojes que proyectan la necesidad de ser asaltado y carentes de un vocabulario de mas de 100 palabras ¿como te callo esa Luis García?

Esta monopolización del juego permite que las transmisiones estén llenas de anuncios de productos y reality shows (¡así es la academia es el nuevo siempre en domingo!) que interrumpen cualquier intento por ver un partido de forma decorosa, por lo que la oferta televisiva nacional se reduce a unas cuantas imágenes a modo de resúmenes de los partidos semanales, todo ello aderezado con la presencia de bellas mujeres a las cuales se les exhibe como atractivo para aquellos televidentes a los que el futbol simplemente no les importa.

En gran medida la televisión crea a un espectador cómodo y apto para consumir todo aquello que adereza las transmisiones de los partidos, evitando un verdadero apasionamiento por el deporte, esto aunado al hecho de que son pocos los equipos que logran crear arraigo en sus seguidores mas allá de los que indica el aparato televisivo, puesto que a diferencia de otros países donde los equipos logran un arraigo institucional basado en la tradición, los orígenes y el estilo de juego, en nuestro país el fanatismo parece ir mas enfocado al equipo que tenga la cargada mas grande de promotores televisivos, caso muy claro el de las Chivas que solo ha ganado tres campeonatos en 40 años y aun así cuentan con todo una aparato de comentaristas que los proclaman como el mejor equipo del continente.

“Al final la televisión parece no exigir un precio tan alto como el que pide sentir una camiseta, la televisión solamente pide consumir y para eso ya estamos programados.”

El aparato televisivo cuenta con la ventaja de que la relación entre el televidente y la pantalla no termina cuando el televisor esta apagado, puesto que el receptor lleva el mensaje propuesto por la TV a los escenarios donde generalmente se desenvuelve, lo que implica que el mensaje dado por la televisión será reproducido un y otra vez, por lo tanto las “buenas actuaciones” de los futbolistas mexicanos quedaran grabadas en la memoria colectiva del Godinez promedio.

Pese a las nuevas tendencias televisivas que imponen la obligación de contratar televisión de paga para seguir el mundial de futbol de la FIFA, se debe reconocer que la televisión es un medio que permite seguir mas de un partido a la vez, además de que es mas barato que viajar al país cede, lo cual es solo un privilegio reservado par algunos miles de nómadas. Así también es de celebrarse que la televisión nos permitirá viajar de una cede a otra en segundos, por ello hay quien sostiene que la mejor manera de seguir un mundial es frente a una televisión, si se es muy apasionado lo recomendable es ver los partidos en solitario y así evitar las miradas de aquellos a los que solo se apasionan con nimiedades como su trabajo, la política nacional o los autos lujosos. Sería mucho mejor si los partidos se trasmitieran solo con el sonido ambiente del estadio a todo lo que da (lo que tampoco es garantía puesto que en un mundial difícilmente se recrea la pasión de las ligas locales) como esto todavía no se da, al menos en televisión abierta, sugiero bajar el volumen del televisor.

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